top of page
Buscar
Foto del escritorRita Vivero

Alcaliniza y vencerás, parece ser la consigna

Actualizado: 1 feb 2023


Muchas veces me llegan publicaciones en redes sociales que aseguran que mantenernos "alcalinos" es el secreto para mantener una buena salud. El concepto de variar el pH de nuestro cuerpo para así controlar ciertas enfermedades suena interesante. El saber, por ejemplo, que el control del pH de los suelos, del agua de las piscinas o de los sustratos para la fabricación de papel es fundamental para que los procesos involucrados se realicen adecuadamente sin contaminación de bacterias, parásitos u hongos que puedan afectar sus productos, según sea el caso, puede haber generado una extrapolación hacia el cuerpo humano que resulta en una serie de consejos que en la mayoría de casos son tan inocuos como ineficaces.


Seguramente querrán saber que las bacterias y los hongos pueden crecer en medios tan ácidos como menores a pH 3.0, pero que en realidad la mayoría se siente más confortable y prolifera en ambientes con pH de entre 6.0 y 8.5. En realidad muy pocos hongos sobreviven a pH alcalinos por encima del 8.5, así que sonaría lógico que a medida que seamos más "alcalinos", menor probabilidad de alojar microorganismos que nos puedan hacer daño. Bueno, les tengo buenas y malas noticias al respecto.


Lo primero es que nuestro cuerpo, en general, es un medio neutro a básico (alcalino), dependiendo de dónde midamos el pH. Nuestra sangre mantiene un pH de 7.35 a 7.45 en condiciones normales y para mantener ese equilibrio, el cuerpo humano tiene varios mecanismos mediante los cuales libera radicales ácidos: cambiar el pH de la orina y modificar la tasa respiratoria son las principales herramientas que pone en marcha nuestro cuerpo para regular el pH de la sangre. Sin embargo, nuestro organismo tiene pH diversos que tienen una función específica: los jugos gástricos, por ejemplo, que deben mantenerse en un pH 1.5 a 2 para cumplir su papel en la digestión, rompiendo las moléculas de proteína de las carnes y la fibra de los vegetales; la acidez de la piel que tiene una importante función de defensa frente a agresiones del medio ambiente; o, en el otro extremo, las sustancias más alcalinas de nuestro cuerpo que son las sales biliares contenidas en la bilis, que requieren tener un pH de hasta 8.8 para conseguir su cometido de mezclarse con las grasas de nuestra alimentación y poderlas absorber en el intestino para ser aprovechadas como nutrientes. Concluyamos, en primer lugar, en que lamentablemente por mucho que comamos lo que nos dicen las publicaciones que circulan en Redes sociales, en realidad no podemos hacer de nuestro cuerpo un medio alcalino y, de lograrlo, le estaríamos ocasionando a una condición patológica denominada alcalosis que podrían llevarnos a la muerte.


Ahora, la buena noticia para quienes han estado siguiendo una "dieta alcalina" es que lo que están haciendo al consumir muchas verduras frescas, frutas (naranjas, banano o frutos rojos), nueces, legumbres y huevos; reducir el consumo de carnes rojas, harinas refinadas, azúcar y un exceso de lácteos, aunque no tiene que ver con el pH, en realidad es una sana y balanceada costumbre nutricional que asegura aporte suficiente de vitaminas, antioxidantes, grasas "buenas" maravillosas para el funcionamiento cerebral y el balance hormonal, proteínas de buen valor nutricional y minerales esenciales para que nuestro "motor" esté en óptimas condiciones. Así que aunque la información de las maravillas de la alcalinización haya sido un engaño, todo ese plan de comidas junto con las recomendaciones de tomar algo de sol, mantener las habitaciones ventiladas, tener una rutina de ejercicio y buscar el equilibrio mental y espiritual es, en realidad, una muy buena idea.


Y bueno...a propósito del ya tan mentado coronavirus, todas esas recomendaciones son más que válidas. No cambiaremos nuestro pH con ellas, tampoco mataremos de alcalinidad al bicho, pero seguro estaremos en mejores condiciones de salud para enfrentarlo en caso de que nos toque. Y para intentar que no nos toque no olvidemos también: distancia social, mascarilla, higiene de manos y, lo más importante de todo, ¡ver la vida con optimismo!


170 visualizaciones6 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

6 Comments


stirengel
stirengel
Apr 15, 2021

👏👏👏👏👏👏

Like
Rita Vivero
Rita Vivero
Apr 15, 2021
Replying to

Gracias por leerme! Cuéntame si te parece una información comprensible para el lenguaje de un adolescente o tienes sugerencias a ese respecto. Para mí es muy importante poder llegar de manera adecuada a todos los públicos.

Like

jhonathan.ortega
Apr 08, 2021

Nuestro cuerpo debe estar en equilibrio (homeostasis) para funcionar adecuadamente. Sabiamente mantiene el pH en el rango normal para cumplir con este equilibrio, por lo que todos los "esfuerzos externos" de alcalinizarlo se traducirán en acciones contrarias hasta llegar otra vez al equilibrio. Esto en condiciones normales, en enfermedad es otra historia.

Like
Rita Vivero
Rita Vivero
Apr 10, 2021
Replying to

Así es Jhonatan, gracias por tu comentario. Adicionalmente, si llegaríamos a conseguir “alcalinizarnos”, simplemente nos morimos!

Like

zivylatufino
Apr 07, 2021

Muchas Gracias Dra Rita, me encantó su aclaración de la alcalinidad, muy instructiva siga así.

Y hablando de mitos, que de cierto hay de los alimentos inconosos, que no se deben consumir después de una intervención de cualquier caso.

Like
Rita Vivero
Rita Vivero
Apr 10, 2021
Replying to

Gracias Zyvi por tu interés en los contenidos del blog y por tu oportuna pregunta. No hay base científica para el concepto de alimentos inconosos, que puedan interferir en la correcta cicatrización de una herida, sobre todo si es una herida menor. Ahora si hablamos de una herida quirúrgica, por ejemplo, el panorama puede cambiar pero por otras razones. Luego de una cirugía abdominal donde se comprometen por lo general visceras del sistema digestivo o, al menos, se las manipula para comodidad del cirujano durante el acto quirúrgico, habrá una importante inflamación en el abdomen. Comer comidas de difícil digestión como grasas omega 6, carnes rojas, vegetales o frutas crudas, lácteos altos en grasa o carbohidratos refinados (azúcar y harinas…

Like
Publicar: Blog2_Post
bottom of page